Desde el blog del Hospital Veterinario El Arca de A Coruña vamos a exponeros un artículo sobre los posibles riesgos para las mujeres embarazadas de una enfermedad que afecta a nuestros amigos los gatos: la Toxoplasmosis felina.
Toxoplasma gondii es una de las zoonosis (enfermedades que se transmiten de animales a personas) más comunes. Entre el 30-40 % de la población mundial es seropositiva.
Los gatos se infectan por la ingestión de organismos de Toxoplasma enquistados en los tejidos de otros animales. Entre los días 3-10 después de la ingestión del tejido contaminado empiezan a excretar ooquistes infectantes (los llamados “huevos”) a través de las heces. Esta fase dura entre 10-21 días. Una vez que el gato ha desarrollado una respuesta inmunitaria es muy improbable que se liberen más ooquistes.
Para que los ooquistes sean infectantes tienen que esporular. Este proceso tarda de 1-5 días dependiendo de las condiciones ambientales. Antes de esporular no son infecciosos. Los ooquistes son muy resistentes y pueden sobrevivir en el ambiente más de un año.
Esto quiere decir que si a nuestro gato no le damos de comer carne cruda o no es cazador es prácticamente imposible que se infecte con este parásito. Si aún así nuestro gato tuviese el parásito, para que las heces fuesen infectantes tendrían que llevar mínimo 1 día en el arenero y esto sólo ocurre durante 3 semanas en toda la vida del animal.
¿Cómo saber si nuestro gato está infectado?
Los gatos no suelen mostrar signos de la enfermedad, a no ser que haya un fallo en la respuesta inmunitaria del individuo. Normalmente los signos clínicos aparecen en gatos jóvenes (de menos de 2 años) y en gatos mayores que tengan una coinfección con el virus de la leucemia felina o con el de la inmunodeficiencia felina. Los signos clínicos suelen ser anorexia, pérdida de peso, letargia, respiración dificultosa, signos oculares y fiebre. A veces, también pueden tener signos gastrointestinales (vómitos y diarreas), signos neurológicos, aumento del tamaño de los ganglios, ictericia (mucosas amarillas), miositis (dolores musculares) y abortos.
El diagnóstico presuntivo se basa en la detección de anticuerpos en la sangre del animal, pero el definitivo sólo se puede hacer identificando el organismo en biopsias o post mortem.
El tratamiento es a base de antibióticos.
Potencial infeccioso para personas.
En personas los signos clínicos suelen ser muy leves en personas inmunocompetentes, con fiebre, aumento de los ganglios linfáticos y malestar. Pero causa cuadros severos en personas inmunodeprimidas produciendo encefalitis, neumonías, etc…
Es en mujeres embarazadas, en donde la infección puede producir alteraciones neurológicas o enfermedades oculares graves en el niño. Los niños pueden nacer prematuros o a término sin síntomas iniciales de toxoplasmosis, pero en un porcentaje elevado muestran retraso mental significativo a partir de los 2 años de edad.
Esto sólo puede ocurrir si la mujer no ha sido expuesta anteriormente al parásito, es decir, si no es inmune, y adquiere la enfermedad durante la gestación.
Por lo tanto, tener un gato o contacto directo con gatos NO constituye un mayor riesgo de adquirir toxoplasmosis. Aunque los gatos son fundamentales para el ciclo de vida del parásito, no son la única fuente de ooquistes en el ambiente, son los gatos que salen fuera de casa, cazan o comen carne cruda, los que están más implicados en este proceso.
Siguiendo unas medidas mínimas de higiene y conservación de la carne puede disminuir considerablemente el riesgo de contagio humano:
- Cocine la carne perfectamente, al menos a 60ºC, durante 10 minutos.
- Congele la carne a -20º C durante al menos 2 días.
- Lave la verdura fresca con agua potable.
- Lávese las manos, utensilios y superficies de forma cuidadosa después de manipular alimentos crudos.
- Póngase guantes cuando manipule tierra del jardín, potencialmente contaminada por heces de gatos.
- Limpie la bandeja de la arena de su gato diariamente y desinféctela con agua hirviendo. Si se hace todos los días, incluso aunque su gato defeque heces con ooquistes, éstos no habrán esporulado todavía y por tanto no serán infecciosos en el momento de su limpieza diaria. El contagio requiere que hay un contacto oral.
- Tome medidas para que sus gatos no puedan cazar y evite alimentarlos con carne cruda o poco cocida.
Rosana Candales Hermida
Veterinaria miembro de GEMFE e ISFM (Grupo español e internacional de medicina felina)
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