En nuestras latitudes, el invierno es la peor época para los reptiles, ya que acusan el descenso de las temperaturas. Esto es debido a que son animales ectodérmicos, es decir, que dependen de la temperatura ambiental para regular su temperatura corporal y mantener activo su metabolismo.
Por ello, ahora que el verano esta llegando a su fin, y adelantándome a la bajada de las temperaturas, me ha parecido interesante redactar unas líneas sobre este curioso comportamiento con el que los propietarios de reptiles deben estar familiarizados.
En primer lugar debemos saber que la hibernación no es una necesidad para los reptiles, sino que es una adaptación a condiciones climáticas adversas. De hecho, muchas especies de reptiles mantenidas como mascotas son de climas tropicales o subtropicales, y en sus áreas de distribución naturales no necesitan realizar la hibernación jamás, y por lo tanto, en muchos casos, dichas especies, no están adaptadas adecuadamente para poder llevar a cabo este comportamiento.
Por lo tanto, lo primero que debe conocer un propietario de reptil, de cara a decidir si lo va a dejar hibernar o no, es si esa especie en concreto realiza hibernación en su medio natural de procedencia, ya que, como norma general, sólo debe permitirse hibernar a aquellas especies que realicen dicho comportamiento en libertad.
Por otro lado debemos tener en cuenta que la hibernación es un proceso delicado y que no esta exento de riesgos. Los animales que sean demasiado jóvenes, y aquellos que no se encuentren en un buen estado de salud, corren el riesgo de enfermar, e incluso de morir en el proceso.
Para hibernar a nuestro reptil de forma adecuada, es necesario contar con la supervisión de un veterinario que nos brindará asesoramiento y nos marcará una serie de pautas concretas a seguir durante el proceso.
El mes de septiembre es el momento adecuado para comenzar a preparar la hibernación, y como parte de dicha preparación, debemos acudir con el reptil a consulta para hacer una revisión general, a fin de determinar si se encuentra en buen estado de salud para poder hibernar, y un análisis coprológico para determinar si es necesario desparasitarlo internamente.